Más sequía: seguirá en primavera y vuelve la alarma en el sector productivo

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La escasez de precipi­taciones promete seguir en los próximos meses y a corto plazo no se avizora una normalización de los volúmenes de lluvia. Según un informe del Instituto del Clima y Agua del Institu­to Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), hay entre 70% y 80% de posi­bilidades de que la sequía se extienda durante los meses de la primavera e incluso hasta inicios del verano.

El año pasado y en lo que respecta a este, Corrientes atravesó la peor sequía en 70 años de la historia con precipitaciones muy por de­bajo de la media. Algo que se hizo público por la apari­ción de incendios. Eso afec­tó por la falta de disponibi­lidad de pastos, a la mayoría de las producciones pri­marias, con pérdidas en la principal producción que es el arroz en más de un 20% y en el 30% en la producción anual de la yerba mate.

Este fenómeno «multi­causal», pareciera ser que seguirá. «Desde fines del invierno del 2020 se han instalado condiciones frías en el océano Pacífico Ecua­torial asociadas a la fase La Niña del fenómeno», expli­có la meteoróloga a cargo del estudio, Natalia Gatti­noni. «En todos estos me­ses -agregó- la atmósfera no ha dejado de respon­der a este enfriamiento y esto lo vemos reflejado en los patrones de los vientos ecuatoriales y la nubosidad. En las últimas semanas las aguas se han vuelto más frías».

Por esto, dice Gattinoni, «se está transitando a una primavera y un fin de año con condiciones frías del océano Pacífico Ecuatorial, con intensidad entre débil a moderada». Así las cosas, «la probabilidad de ocu­rrencia de La Niña es de un 70% a un 80 %, cerca del doble de la probabilidad calculada según los datos históricos». La ocurren­cia de lluvias inferiores a las normales sobre el Este y Norte argentino es más probable durante la prima­vera e inicio del verano, con temperaturas medias entre normales a más frías.

PANORAMA COMPLEJO

Ante este panorama, los efectos nocivos y sus conse­cuencias se contabilizan a medida que pasan los días y las lluvias no llegan. Según los informes de la Provincia con más del 60% de la su­perficie ocupada por agua, en zonas como Iberá más afectada por la sequía y los incendios. Más del 50% de lo que se afectó por incen­dios este año fue ese tipo de paisaje inundable que estaban secos, después los pastizales de ganadería con 40%, y en menor medida se afectaron bosques natura­les o cultivados.

El ingeniero agrónomo Ditmar Bernardo Kurtz, quien dirige el grupo de investigación del área de Recursos Naturales de la Estación Experimental Agropecuaria del Inta, se­ñaló: «Vemos que después de estas precipitaciones que ocurrieron en marzo-abril nosotros estamos un 40 por ciento por debajo de las pre­cipitaciones que debería­mos tener este año. Sumado a esto, estamos entrando en una fase de sequía tipo ‘La Niña’, para la primavera y verano (precipitaciones por debajo de lo normal). La preocupación surge porque nosotros con imágenes sa­telitales vimos que tenemos un 16 por ciento de la su­perficie cubierta con agua, es decir que estamos a dos puntos de llegar al 14 que ocurrió en diciembre del año pasado».

El temor es que la situa­ción de la catástrofe de los incendios vuelva a ocurrir. «El informe tiene el objeti­vo de que los productores y municipios empiecen a reservar agua. Si tienen la posibilidad de hacer pozos, hagan todo el acondicio­namiento necesario para que las aguadas tengan las condiciones necesarias, que hagan los cortafuegos y tengan la zona limpia para evitar las combustiones».